5 estrategias sobre cómo gestionar el ladrido de tu perro.
- Eider Otaegi Oiarzabal
- 17 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 ene
El otro día, un vecino me comentó algo que me hizo reflexionar: “Mi perro ladra porque es su manera de hablar”. Es cierto que el ladrido es una forma de comunicación en los perros, pero… ¿te imaginas que nuestro hijo nos gritara constantemente para decirnos algo? No sería lo más adecuado, ¿verdad? Lo mismo ocurre con los perros: el ladrido excesivo no solo no resuelve el problema, sino que suele ser una señal de que algo no va bien y necesita ser gestionado.

🙄🐕¿Por qué ladran los perros?
Los perros ladran por muchas razones, y entender el motivo es clave para abordar el problema. Estas son algunas de las causas más habituales:
Demanda de atención: Si un perro ha aprendido que ladrando consigue una respuesta, como comida, caricias o incluso un regaño, seguirá haciéndolo.
Excitación: Los perros también ladran cuando están sobreestimulados, como al ver a otros perros o personas o al jugar intensamente.
Miedo o inseguridad: Los perros suelen ladrar cuando perciben algo como una amenaza, ya sea otro perro, una persona desconocida o un ruido inesperado.
Aburrimiento o frustración: La falta de estimulación física o mental puede llevar a que un perro ladre para "entretenerse" o liberar tensión.
🚨¿Cómo reforzamos el ladrido sin darnos cuenta?
Sin querer, los humanos solemos reforzar el ladrido de nuestros perros. Por ejemplo:
Prestarles atención: Si cada vez que el perro ladra nos giramos, lo miramos o le hablamos, estamos enseñándole que su comportamiento tiene efecto.
Regañarlos: Aunque parezca contradictorio, incluso un regaño puede ser interpretado como atención por el perro.
Darles lo que quieren: Si un perro ladra porque quiere algo y se lo damos (un juguete, comida, salir a pasear), estamos reforzando ese comportamiento.
Estrategias prácticas para gestionar el ladrido
La clave para gestionar el ladrido está en abordar la causa del problema y evitar reforzar el comportamiento. Aquí tienes algunas estrategias:
Identifica el motivo: Observa el contexto en el que el perro ladra para entender qué lo está motivando.
🎧🐕 Ignora el ladrido si es por atención: Esto significa no mirar, hablar ni interactuar con el perro mientras ladra. Solo déjale claro que el ladrido NO trae recompensas.
Recompensa el comportamiento deseado: Refuerza momentos de calma o silencio con caricias, palabras amables o premios.
Proporciona estimulación suficiente: Asegúrate de que el perro reciba suficiente ejercicio físico y mental. Juegos interactivos, paseos regulares y entrenamiento pueden ayudar.
Trabaja el miedo o la frustración: Si el ladrido se debe a inseguridad, trabaja gradualmente para desensibilizarlo ante aquello que le genera miedo. En casos más graves, consulta a un/a educador/a o etólogo/a profesional.
Recuerda que el ladrido es una forma de expresión natural en los perros, pero no debe convertirse en una fuente constante de estrés ni para ellos ni para nosotros. Con paciencia, comprensión y las estrategias adecuadas, es posible gestionar el ladrido y mejorar la convivencia.
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