Entre los diversos animales que se emplean para las intervenciones asistidas con animales, los perros son los más comúnmente elegidos. Esto no desmerece a otras especies, que pueden aportar beneficios únicos (como los caballos en la hipoterapia, por ejemplo) y por tanto, pueden ser la opción ideal según las necesidades e intereses específicas del usuario.
Sin embargo, en este post queremos revisar las razones por las cuales los perros son frecuentemente la primera elección para las terapias asistidas con animales, que como veremos, se debe a una combinación de características que los hacen especialmente aptos para este tipo de intervención terapéutica:
Conexión Emocional y Social
Los perros han sido compañeros del ser humano durante milenios, siendo una de las primeras especies en ser domesticadas. Esta larga historia de convivencia ha permitido a los perros desarrollar una comprensión profunda de los humanos y sus comportamientos. Esta relación única y antigua facilita una comunicación efectiva y un vínculo especial que es muy beneficioso en un contexto terapéutico.
Capacidad de Entrenamiento y Adaptabilidad
Los perros son altamente entrenables y pueden aprender una amplia gama de habilidades y técnicas específicas para las sesiones de terapia. Su capacidad para comprender lo que sucede y adaptarse a diferentes ambientes y situaciones facilita la creación de un ambiente seguro y confiable para los usuarios.
Empatía y sensibilidad
Los perros han demostrado tener una notable capacidad para percibir las emociones humanas. Esta habilidad les permite responder adecuadamente a las necesidades emocionales de los usuarios, ofreciendo el apoyo cuando las personas lo necesitan.
Beneficios Físicos y Cognitivos
Se ha demostrado que interactuar con perros puede reducir la presión arterial, disminuir los niveles de estrés y ansiedad, y mejorar el estado de ánimo general. Para aquellos en rehabilitación física, los perros pueden motivar a los pacientes a realizar ejercicios que de otra manera encontrarían difíciles o aburridos. En términos cognitivos, los perros pueden ayudar a favorecer habilidades como la atención, la memoria o las habilidades de comunicación, especialmente en personas con dificultades.
Inclusión y Accesibilidad
Finalmente, los perros son altamente accesibles y aceptados socialmente. La mayoría de las personas tienen una actitud positiva hacia los perros, lo que facilita su inclusión en diversos programas terapéuticos. Además, su adaptabilidad les permite trabajar en diversos entornos, desde hospitales y centros de mayores hasta escuelas y domicilios particulares.
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Eider Otaegi
Especialista en Intervenciones Asistidas por Animales.
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